Una de las preguntas más importantes que todo emprendedor o empresario debe hacerse, entre otras igual de importantes, es ¿a quién le va a interesar lo que ofrezco?
Los productos o servicios se diseñan pensando en este consumidor ideal, por lo que conocerlos a profundidad nos permitirá crear una estrategia de marketing que impulse a la acción final: la venta.
Comencemos por definir qué es un target y un buyer persona:
Podemos denominar target al grupo de personas al que está orientado un determinado producto o servicio. Dicho de otra manera, el target es nuestro público objetivo.
Por otro lado, el concepto de buyer persona se refiere a la persona ideal a la que va dirigido nuestro producto.
Pero ¿en qué se diferencian cada uno del otro?
Para identificar a nuestro target ideal, debemos conseguir información de alta relevancia como:
- Edad de consumidor ideal.
- Dónde encontrar a nuestros potenciales clientes.
- Cuáles son las preocupaciones del consumidor.
- Cómo va a ayudar mi producto al cliente.
- Nivel socioeconómico.
- Edad del potencial cliente.
En tanto, para conocer a nuestro buyer persona necesitaremos una serie de información como:
- Datos demográficos: aquí se incluye el sexo, la edad, ingresos aproximados (en el caso de poder conseguir esa información), y la localización.
- Objetivos: en este caso, tenemos que tener claras cuáles son las motivaciones de nuestro buyer persona y ofrecerle lo que necesita cuando lo necesita.
- Objeciones: aquí tendremos en cuenta cuáles serían los motivos por los que nuestro cliente ideal no querría adquirir nuestro producto o servicio y cambiar nuestra estrategia para conseguir que finalmente adquiera el nuestro.
Por lo que podemos concluir que el buyer persona se encuentra dentro del target, siendo uno más específico que el otro.
Es importante remarcar que tu buyer persona y tu target no son lo mismo, es normal confundirlos si no tenemos claras sus diferencias. Y al final, los dos funcionan para lo mismo: ambos te permiten conocer mejor a tu consumidor final.